La redefinición del poder global tras los nuevos alineamientos geopolíticos

26 de octubre de 2025

Los movimientos recientes en la escena internacional muestran un reacomodamiento silencioso pero profundo del poder global. La combinación de rivalidades tecnológicas, reconfiguración del comercio y nuevas alianzas sectoriales está alterando la lógica de bloques rígidos por una arquitectura más flexible, basada en intereses específicos. En este entorno, los países articulan estrategias duales: mantienen vínculos con socios tradicionales mientras abren canales de cooperación selectiva con actores emergentes para proteger cadenas de valor sensibles y acceder a tecnologías críticas.

A diferencia de otras etapas, el alineamiento ya no se define solo por afinidades ideológicas; lo determinan la capacidad de innovar, de escalar industria avanzada y de asegurar resiliencia frente a shocks. Por eso, se intensifican las iniciativas de nearshoring y friendshoring, con acuerdos que combinan reglas de origen más exigentes, estándares ambientales y exigencias de ciberseguridad. América, Europa y Asia impulsan a la vez agendas de autonomía estratégica en sectores clave, conscientes de que el desacople total es inviable y costoso, pero que la dependencia excesiva expone a vulnerabilidades.

El tablero regional también cambia. En Asia-Pacífico, la competencia tecnológica convive con esquemas de integración financiera. En Europa, se consolida la noción de seguridad económica como política de Estado. En América Latina y África, la ventana de oportunidad reside en convertir ventajas naturales en capacidad industrial con reglas claras y estabilidad macro. El resultado es un mundo más interdependiente pero menos lineal: múltiples polos, alianzas variables y un centro de gravedad que se desplaza hacia donde confluyen innovación, escala productiva y calidad institucional.

Octavio Chaparro